Aston Martin Cygnet
Un Toyota iQ convertido en Aston Martin. Sí, te puede parecer muy extraño pero es lo que nos querían vender los chicos ingleses. Es cierto que le dotaron al coche de un equipamiento más exclusivo, cargaron el habitáculo de cuero y que tenía un motor de 98 CV. Pero, ¿no te parece ridículo? Sin duda, no es un coche digno para Sir David Brown.
Porsche 924
Volkswagen le encargó a Porsche el desarrollo de un nuevo coupé pero al final decidió no lanzarlo al mercado. Como todo el trabajo de desarrollo estaba realizado, Porsche decidió comercializarlo. Los porschistas más férreos no le perdonaron que llevara un motor de cuatro cilindros en línea de 2,0 litros que, por cierto, era el que utilizaba una furgoneta del grupo Volkswagen.
Jaguar X-Type
Jaguar estaba controlada por Ford y los americanos querían tener un rival para el BMW Serie 3. ¿Solución? Utilizar la plataforma de un humilde Ford Mondeo y crear una berlina media de corte premium. Su comportamiento era discreto, los acabados también y, para colmo, era un coche con tracción delantera. Por cierto, ahora Jaguar plantea el lanzamiento de una nueva berlina media: el Jaguar XE. Desde aquí, les deseo más suerte.
Volkswagen Golf GTI MK4
Aunque el GTI con el motor 1,8 litros turboalimentado de 150 CV es un coche muy interesante, la versión atmosférica de 125 nunca debió existir. Sus prestaciones eran tan pobres que cualquier compacto sin pretensiones deportivas ofrecía un mejor rendimiento. Aunque la cuarta generación del Volkswagen Golf fue excelente en términos de calidad de fabricación, los directivos de marketing se equivocaron con este GTI sin esencia deportiva.
Rover CityRover
La historia del Rover CityRover sí que es llamativa. Año 2003, Rover se encuentra en una situación económica desastrosa, necesita un nuevo modelo y no tiene dinero. ¿Solución? Acudir a la India y darle un lavado de cara a Tata Indica. El coche tenía un mal comportamiento, el interior era horrible y su calidad de fabricación, desastrosa. En abril de 2005 la compañía se declaró en bancarrota.
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